La tarde que lloraste, rondaba el 24, vaciaste súbitamente el grito y desaparecieron todos los indicios de catátrofes venideras, pues para después ya no habría tiempo.
Quedaron asi sellados los compromisos con los años, invalidados los tratados sobre actitud y esperaron infinitamente los humanos a consumar sus actos.
Que cielo tan majestuoso expulsaste introducción, que dolor tan inmenso te arrancaron un final, miraste las flores de otros instantes detenidos, ajenos. Esplendorosas señales, indicando que tambien tu andar fue la suma de infinitos tiempos mudos.
por que las despedidas no son para siempre, lloraremos solo lo necesario, habrá que guardar energias para la próxima tragedia. ignoro como nos volveremos a encontrar y la duración de dicho milagro. Pero no será sobre este pavimento ni sobre este lamento incrustado en mi, quizá durmiendo sobre deseos no natos que nunca vieron tierra pasemos diez años abrazados, sin saberlo, encontrados... Tal ves bajo dos cuerpos como sombras coincidamos en una tarde limpia de sol. Ignoro como nos volveremos a encontrar y la duración de dicho milagro.
((para tí))
1 comentario:
esa muchacha!!!
ssss
el hombre viento diste en el punto exacto!!!
ya estan la pipas mujer!!!
eso ya se armo jijiji
nos veremos pronto
...
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